15/12/11

España: Ganarse al jurado de cualquier modo

Por El País

Periódico El País
España

Extractos:

Las defensas y acusaciones del juicio en Valencia contra el expresidente Camps llevan días poniéndose zancadillas. Lo ideal es ponérsela al contrario una vez agotada su intervención, sin opción a réplica. El juez Climent hace lo que puede para frenarlas, pero todos son brillantes en los suyo y siempre tienen a mano algún precepto que avale la estrategia.

Se juegan mucho todos. Unos, como Javier Boix, el afamado catedrático de Derecho que asiste a Camps, mantener su prestigio sin tener que recordar que fue el abogado que logró cambiar la jurisprudencia y tumbar las escuchas del caso Naseiro; el letrado que representa al PSOE, justificar que no han sido estériles ni arbitrarias las refriegas de los últimos años entre el portavoz socialista Ángel Luna y Camps a cuenta del caso Gürtel; y las fiscales Anticorrupción, acreditar que en su actuación no hubo ligereza al incluir el nombre del ex-presidente en la mayor trama de corrupción política descubierta en España en los últimos años. Los letrados saben que ahora lo fundamental, lleven o no razón, pagase o no Camps los trajes, es disuadir y guiar al jurado hacia sus intereses. El cómo casi no importa.

Menos mal que hay decenas de horas de grabaciones telefónicas de perfecta audición en las que El Bigotes y compinches ponen negro sobre blanco y desnudan cualquier duda. Pero se están desarrollando escenas en el juicio de Camps que desnortan a cualquiera. Pasajes que deben sonar a chino al jurado. Y no por falta de interés, pues muchos de sus miembros (seis hombres y tres mujeres, casi todos de entre 20 y 25 años) toman notas e incluso formulan oportunísimas preguntas a través del juez Climent.

Pero en un juicio tan mediático y con las connotaciones que subyacen en este, es fundamental explicar y traducir a un lenguaje comprensible lo que allí se dice y ventila. Evitando dialécticas jurídicas que difícilmente puede entender un jurado que, por imperativo legal, es lego en Derecho, el llamado sistema puro.

Quien suscribe este análisis, que es licenciado en Derecho y con más de 20 años cubriendo informaciones de tribunales, les confiesa que no siempre entiende la batalla que se traen las partes entre manos cuando empiezan a lanzarse leyes, cuentas, balances, saldos y todo tipo de papeles sumariales que según qué parte los exhiba cambian de color.

Porque un jurado al que se abruma con tecnicismos jurídicos, facturas anómalas y demás artificios financieros descontextualizados es más susceptible de manipulación.

Pero las partes tienen un objetivo claro: ganar como sea. Se les ve ansiosos por pescar y retorcer comentarios de testigos que induzcan o embauquen la opinión del jurado. Da igual lo que se diga en la diligencia sumarial. Si el testigo lo confunde con una factura falsa, mejor que mejor. Suena bien y a lo mejor hasta se lleva un titular en los periódicos. El jurado se va a casa por la noche y hasta puede leerlo al pasar por un quiosco.

En el juicio contra Camps, las partes no desdeñan declaraciones efectistas (la sala de vistas está repleta de medios de comunicación). Y si brota cuando el contrario no puede replicar, mucho mejor.

Ocurrió, y solo es un ejemplo, con la declaración de Felisa Jordán, ex-directiva de una de las empresas de la red Gürtel. Comentó la testigo/imputada (¿y eso qué es?) que antes de abandonar la empresa, el contable le facilitó el contenido de una caja fuerte con facturas falsas y un desglose de apuntes contables (nada que ver con facturas).

Entre ellos, el apunte de los “30.000 euros/Forever Young” que las fiscales vinculan con pagos de trajes de Camps y de otros políticos valencianos. Al abogado de Camps, que no se cansa de repetir que las pruebas contra su cliente son “todas falsas”, debió sonarle aquello a gloria. Fue oír eso y su vocabulario pareció reducirse a esas mágicas palabras.

Sus oponentes, en cuanto pueden, eso sí, la devuelven con creces, y con grabaciones de relatos entre los miembros de la trama de una nitidez encomiable. Algunas no tienen desperdicio y hasta hacen reír, como le ocurrió ayer, pero de sí mismo, a El Bigotes. Por eso, en el juicio de Camps, el que pone la zancadilla el último ríe mejor.


Zancadillas de abogados
Por José Antonio Hernández

El País
15 de diciembre de 2011

9/12/11

EE.UU.: Un miembro de un jurado manda al traste un juicio por tuitear en la sala

Por Orange

Publicación Orange TM

Extractos:
 
El Tribunal Supremo de Arkansas ha determinado que un hombre condenado a muerte por homicidio merece otra oportunidad porque un miembro del jurado tuiteó durante el juicio, informó la cadena televisiva CBS.

Erickson Dimas Martínez fue condenado a la pena capital en 2010 por el homicidio de Derrick Jefferson, de 17 años, y a cadena perpetua por la comisión de un robo.

Sus abogados apelaron la sentencia alegando que un miembro del jurado estuvo tuiteando durante el juicio y desoyendo así las órdenes específicas del juez de que no se realizara tipo alguno de comunicación sobre el caso.

Otro miembro del jurado, según la defensa, se había quedado dormido. El Tribunal Supremo del estado de Arkansas determinó que, debido a la naturaleza de Twitter como red social, los tuiteos del jurado, identificado como Randy Franco, constituyen discusiones públicas.

El juez Donald Corbin expresó su preocupación de que, con los teléfonos de alta tecnología, cualquier miembro de un jurado puede acceder a Internet y, además de usar las redes sociales, también puede descargar indebidamente información sobre los casos ante un juicio. Las autoridades del Condado Benton tendrán que fijar fecha para un nuevo juicio contra Dimas Martínez.
 
 
Publicación de Orante
Fuente: EFE
9 de diciembre de 2011