7/9/08

España: "Tengo un miedo inexcusable a ser jurado"

Por La Opinión de Málaga

La Opinión de Málaga
 
Extractos:
 
Ser parte de un tribunal popular no es plato de buen gusto para muchos y por ello alegan toda clase de justificaciones que a veces rayan lo esperpéntico.
 
Lexcusas para librarse del mal trago son tan amplias como permite la extensión de lo que puede calificarse como esperpéntico o paradójico.
 
A algunas personas no les hace ni pizca de gracia formar parte de un jurado, y ponen excusas de lo más variopinto para evitar pasar por esa experiencia. Un elegido nos llegó a decir lo siguiente: "No puedo ir, porque tengo un miedo inexcusable a ser jurado", apuntan fuentes judiciales.
 
Una mujer alegó para no ser juez popular que sufría de "ansiedad y pánico", por cierto, la excusa más habitual. Otro se lo curró más y le dijo a la Oficina del Jurado que padecía "obesidad de grado 1", es decir, un poco de sobrepeso que según el interesado afectaba a su ecuanimidad como magistrado por unos días. Y un tercer agraciado afirmó tener un "trastorno ansioso depresivo".
 
En otra ocasión, una señora dijo no poder satisfacer la llamada de la judicatura porque tenía dos hijos de 17 y 18 años a los que tenía que cuidar, mientras que un tipo ajetreado aseguró que tenía "un viaje pagado" justo en la fecha en la que se había señalado el juicio oral.

También tuvo mucho arte aquel individuo que dijo no poder ejercer como jurado porque tenía la comunión de su hijo durante el juicio. ¿Pero las comuniones no eran los domingos? Sí, pero él había optado por celebrarla entre semana.
 
El nerviosismo es uno de los rasgos más habituales que muestran los miembros de un tribunal popular. "Pueden pasar noches enteras sin dormir por el sentido de responsabilidad que tienen", exponen las mismas fuentes.
 
 

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