22/10/09

Panamá: Asignan seguridad a jurados de conciencia por temor a agresiones

Por Panamá América

El Panamá América (on line)

Extractos:

El Órgano Judicial decidió asignar agentes de seguridad para la custodia de las personas que sean escogidas como jurados de conciencia en audiencias por homicidio, reveló el magistrado presidente de la Corte Suprema de Justicia, Harley Mitchell.

Mitchell confirmó que la medida se adoptó, luego de una serie de informes sobre la vulnerabilidad de la seguridad de los jurados y casos en donde se ha suplantado su identidad.

Detalló que se ha propuesto la instalación de un cristal de seguridad en la sala de audiencias del Segundo Tribunal de Justicia, para que los imputados no puedan ver a los jurados.

También se informó que se han registrado casos en donde los jurados han recibido amenazas contra su seguridad.

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Panorama América
22 de octubre de 2009

19/10/09

EE.UU.: Un jurado popular utilizó textos bíblicos para justificar la condena a muerte de un asesino

Por Protestante Digital
 
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Extractos:
 
Khristian Oliver, de 32 años, será ejecutado el próximo 5 de noviembre en el Estado de Texas. Fue acusado de asesinato y sentenciado por un jurado popular que utilizó en sus deliberaciones varios pasajes de la Biblia que aparentemente apoyan la pena de muerte. A pesar de que el caso ha sido revisado, la sentencia no ha cambiado. Amnistía Internacional (AI) denuncia este caso en el contexto del Día Mundial contra la Pena de Muerte, el 10 de octubre.
 

En un comunicado difundido por la organización, Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades de Texas que conmuten la pena de muerte impuesta a Khristian Oliver, por considerar que el hecho de que los miembros del jurado hicieran uso de la Biblia durante sus deliberaciones para decidir la condena «plantea serias dudas sobre su imparcialidad».

El año pasado, un tribunal federal de apelaciones estadounidense reconoció que el uso de la Biblia por parte de los miembros del jurado constituía una «influencia externa» prohibida por la Constitución estadounidense. A pesar de ello, ratificó la condena a muerte. Khristian Oliver fue condenado a muerte en 1999 por un asesinato cometido durante un robo. Según el testimonio prestado en el juicio por un cómplice, Oliver, que entonces tenía 20 años, había disparado a la víctima, un anciano antes de golpearla en el cabeza con la culata de un fusil.

POLÉMICA POR EL USO DE LA BIBLIA
Tras el juicio, surgieron indicios de que los miembros del jurado habían consultado la Biblia durante sus deliberaciones para decidir sobre la condena. En una vista celebrada en junio de 1999, cuatro miembros del jurado recordaron que había varias Biblias presentes y que habían circulado algunos pasajes subrayados.

Un miembro había leído en voz alta la Biblia ante un grupo de miembros del jurado, incluyendo el pasaje de Números 35.16: «Pero si con instrumento de hierro lo hiere, y muere, homicida es; el homicida morirá». Pese a todo ello, el juez resolvió que el jurado no había actuado de manera inadecuada, y la Corte de Apelaciones en lo Penal de Texas confirmó esta resolución.

En 2002, un periodista danés entrevistó a un miembro del jurado, quien declaró que «aproximadamente el 80 por ciento» de los miembros del jurado habían «introducido las Escrituras en la deliberación», y que el jurado había consultado la Biblia «mucho antes de llegar a un veredicto».

Según dijo este miembro del jurado al periodista, él creía que «la Biblia es verdad desde la primera hasta la última página», y que, si la ley civil y la ley bíblica entran en conflicto, la última debe prevalecer. También dijo que, si le hubieran dicho que no podía consultar la Biblia, «habría abandonado la sala». Se describió a sí mismo como partidario de la pena de muerte, y calificó la cadena de perpetua de «carga» para el contribuyente.

En 2008, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, corte federal, concluyó que los miembros del jurado habían «traspasado una importante línea» al consultar pasajes específicos de la Biblia que describían hechos similares a los del caso que se juzgaba. Eso constituía una «influencia externa» sobre el jurado, prohibida por la Constitución estadounidense. En la audiencia, uno de ellos, Kenneth McHaney describió cómo otro miembro del jurado, Kenneth Gracia, leyó la Biblia en voz alta. Otro miembro del jurado, Michael Brenneisen, agregó que en la discusión de deliberación, las Escrituras se usaron «en dos direcciones: la del perdón y la de la sentencia».

El abogado de Oliver, Winston Cochran, explicó que el uso de la Biblia influyó en la decisión del jurado. «El problema es que la Biblia formaba parte de la discusión. No fue sólo utilizada por ellos para reforzar su creencia», dijo. Sin embargo, el tribunal concluyó que, teniendo en cuenta el «alto nivel de deferencia» con el que los tribunales federales deben revisar las decisiones de los tribunales estatales, Oliver no había demostrado que esta conducta inconstitucional de los miembros del jurado le hubiera perjudicado. En abril de 2009, el Tribunal Supremo de Estados Unidos se negó a estudiar el caso, a pesar de que casi 50 ex fiscales estatales y federales le instaron a hacerlo.
 
 
Portestante Digital
Fuente: Europa Press Guardian
19 de octubre de 2009

12/10/09

Panamá: Jurados de conciencia: entre el temor y el deber

Por La Prensa

La Prensa - Panamá

Extractos:

Johnny Pozo, compadre del polémico David Viteri, fue asesinado en plena calle en 2007 y su agresor, Óscar Morvich, salió libre gracias a un veredicto de inocencia de un jurado de conciencia.

Kiara Bethancourt y Félix Asprilla tenían 14 y 5 años cuando fallecieron en medio de un incendio provocado por pandillas en el sector S de Curundú. Una tercera niña, Laurín Núñez, también murió en el siniestro, aunque su cuerpo nunca apareció.

Acusado por este crimen, José Luis Rosas Aguilar, miembro de una pandilla del barrio, fue llevado a juicio y un jurado de conciencia lo encontró inocente.

La Procuraduría General de la Nación lo establece claramente: un acusado de homicidio tiene 35 veces más probabilidades de ser absuelto si es juzgado por un jurado de conciencia, que si es llevado a un juicio en derecho, en donde tres jueces deciden su suerte.

En un informe estadístico encontrado en la página web de la entidad, correspondiente al primer semestre de 2009, se lee que el 32.8% de los sindicados por homicidio llevado a juicio en derecho termina en la cárcel, mientras que el 39.7% de quienes son juzgados por ciudadanos, queda libre.

Según Rigoberto González, secretario general del Ministerio Público, la efectividad del jurado de conciencia es un tema de vieja discusión, precisamente porque desde hace mucho se debate si las decisiones que toman son las mejores.

“Cuando un tribunal analiza el hecho, valora solamente las pruebas; pero cuando es un jurado de conciencia, hay valoraciones de otra clase”, señala González.

¿Qué otras valoraciones? Según el funcionario, los ocho ciudadanos que forman un jurado de conciencia pueden estar influenciados por una “multiplicidad de factores: el tipo de homicidio, que tiene a la persona acusada ahí enfrente, que los incorporan al proceso el mismo día, y eso les molesta...”.

Cada vez que hay un juicio hay que salir a buscar a los jurados donde se encuentren, hasta completar los ocho que se requieren.

Para el fiscal primero superior, James Bernard, este método es costoso y tedioso para el Estado, pero el verdadero peligro está en que no garantiza que las decisiones que tome el jurado estén basadas en su conciencia o sean libres.

“Se han dado casos muy importantes en los cuales se ha podido apreciar que el jurado basa su decisión no en la conciencia, sino en el temor”, señala Bernard. “Esto es muy común [que declaren inocente al imputado] en los juicios donde se le sigue un proceso a personas vinculadas con casos de pandillerismo”, añade.

En las últimas semanas se han encontrado, al menos, dos anomalías en juicios con jurado de conciencia. En uno, la audiencia se celebró y luego las autoridades se percataron de que uno de los jurados no era la persona que se suponía que era. En el otro, se descubrió que dos miembros del jurado no habían salido de la lista elaborada en la mañana.

Para el fiscal Bernard, a los jurados se les debe realizar entrevistas previas para conocer su opinión sobre varios temas.

“En el caso de Marco Manjarrez... ¿crees que había alguien que no iba a condenarlo?”, se pregunta Bernard.

Manjarrez fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato del sacerdote católico Jorge Altafulla, ocurrido el 19 de mayo de 2002.

El método de elección y el miedo, sin embargo, son apenas dos factores que pueden estar incidiendo en la decisión de los jurados.

“Efectivamente, yo creo que se han dado situaciones muy serias, cuestionadas públicamente, frente a fallas de jurados”, dice el fiscal primero superior. “Pero eso se debe a cosas que debemos entender; por ejemplo, que cada día hay una mayor exposición de los acontecimientos judiciales, llevando a prejuicios o a juicios públicos. Ante un hecho que alarma a la ciudadanía, de pronto nos sorprende un veredicto de inocencia del jurado”, explica.

Enlace: Versión On Line
Jurados de conciencia: entre el temor y el deber
Por Ana Teresa Benjamín

La Prensa (Panamá)
12 de octubre de 2009

9/10/09

Australia: Abolir juicios por jurado y reemplazarlos por jueces letrados

Por The Australian

The Australian

Extractos:

El sistema de jurados carece de transparencia, es irracional y debe ser abolido y reemplazado por el de jueces letrados, según Malcolm McCusker QC.

Sobre la base de la investigación realizada por el académico y abogado criminal Judith Fordham, el Sr. McCusker dijo que uno de los principales problemas con los jurados era que no podían ser considerados responsables.

"No dan razones, que es realmente extraño en estos días a la necesaria transparencia", dijo a Asuntos Jurídicos.

"Imagínese si usted fuera acusado de una infracción penal y fuera inocente, pero el jurado lo encuentra culpable. Si te preguntas por qué, nunca lo podrías saber.

"No estoy diciendo que los jurados siempre se comportan de una manera perversa o incorrecta, sino que podrían y nadie lo sabría".

La investigación de la Sra. Fordham, revelado en Asuntos Jurídicos la semana pasada, encontró que había un número de casos de jurados precipitaban las decisiones porque querían volver a casa.

En un caso, un miembro del jurado que quería ver a sus hijos acordó cambiar su voto para poder salir.

El Sr. McCusker dijo que aunque la abolición de los jurados para los juicios de la Commonwealth requeriría cambios en la Constitución, no había ninguna razón para que los gobiernos estatales no abandonaran el sistema. Sin embargo, agregó, esto era poco probable porque los gobiernos tenían poco que ganar.

"Los gobiernos van a ser reacios a abolirlo porque no podrían ver mucho capital político en la franca abolición"

El Sr. McCusker detalla una serie de historias inquietantes de la gente en los jurados en un documento presentado recientemente en el Convenio Legal de Australia en Perth.

En un caso, un profesor asociado escribió al Sr. McCusker y dijo que su experiencia en un jurado en Nueva Gales del Sur fue "aterradora".

"Nunca quisiera que mi inocencia o culpabilidad fueran determinadas por un jurado", dijo. La profesora dijo que después del primer día de una semana de prueba al menos cinco miembros habían determinado la culpabilidad del acusado y la discusión se volvió hacia los problemas con el tono y la presentación de los abogados involucrados en el juicio.

Dijo que un miembro del jurado quería absolver a los acusados ​​porque consideraba que los crímenes cuchillo no deben llevar a una sentencia de cárcel.

Otro miembro del jurado ex-NSW ―dijo el Sr. McCusker― relató que dos miembros del jurado decidieron que el acusado era culpable simplemente por su raza.

El Sr. McCusker dijo que, como los jurados no dan razones de su veredicto, que era muy difícil de apelar contra la decisión de un jurado.
 
 
The Australian
QC's verdict: abolish juries for judge trials
9 de octubre de 2009