Por El País
Extractos:
"Los juicios son demasiado importantes como para dejarlos en manos del jurado".
La frase es de Rankin Fitch, protagonista de la película "El Jurado" basada en el libro del mismo título, de John Grisham. Y Fitch es un especialista en la selección de personas que componen el jurado popular y que dictan la sentencia en un juicio. Y esos especialistas existen. No sabemos si llegan tan lejos como el personaje creado por Grisham, sin escrúpulos y dispuesto a manipular la información hasta tener el jurado que más le conviene. Pero la ficción norteamericana siempre se ha empeñado en mostrar un proceso en el que ningún abogado se arriesga a tener un miembro del jurado en su contra.
Hoy ha comenzado en Los Ángeles la selección del jurado popular para el juicio contra el Doctor Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario en relación con la muerte de Michael Jackson en junio de 2009. Los jurados populares están reconocidos en la Constitución norteamericana para garantizar que los ciudadanos tendrán un juicio justo e independiente de un poder superior.
La selección de las 16 personas que formarán el jurado recibe casi tanta atención por parte de los medios de comunicación norteamericanos como el juicio en sí. La selección del jurado es tan importante que puede ser motivo de juicio si una de las partes decide apelar la sentencia porque uno de sus miembros no fue imparcial.
La atención prestada por los medios de comunicación y el éxito de series como Law & Order ―La Ley y el Orden―, NCIS o, más recientemente, The Good Wife, centradas exclusivamente en el sistema judicial norteamericano, hacen que muchos ciudadanos tengan un sorprendente conocimiento ―e interés― por el funcionamiento y el lenguaje empleado en los juicios.
En el caso del homicidio involuntario de Michael Jackson, 300 personas acudirán a los juzgados de Los Ángeles esta semana. Han sido pre-seleccionados. Tendrán que responder a un primer cuestionario con 125 preguntas. Sus respuestas determinarán si pueden formar parte del jurado. Si han formado parte de un caso judicial anterior, si han estado acusados de un crimen o han sido testigos o si tienen familiares en las fuerzas de seguridad, pueden quedar exentos.
Pero también si consideran que no pueden ser neutrales durante el juicio por exposición a los medios de comunicación y a información subjetiva sobre el caso. El pasado otoño, por ejemplo, se celebró en Washington el juicio contra Ingmar Guandique, acusado de asesinar a la joven Chandra Levy. El acusado tenía un tatuaje en el cuello que cubrió durante sus comparecencias con jerséis de cuello alto. El cuestionario repartido durante la selección del jurado contenía una pregunta para saber si los candidatos tenían prejuicios contra personas con tatuajes, según reveló TBD.com.
La selección de las 16 personas que formarán el jurado recibe casi tanta atención por parte de los medios de comunicación norteamericanos como el juicio en sí. La selección del jurado es tan importante que puede ser motivo de juicio si una de las partes decide apelar la sentencia porque uno de sus miembros no fue imparcial.
La atención prestada por los medios de comunicación y el éxito de series como Law & Order ―La Ley y el Orden―, NCIS o, más recientemente, The Good Wife, centradas exclusivamente en el sistema judicial norteamericano, hacen que muchos ciudadanos tengan un sorprendente conocimiento ―e interés― por el funcionamiento y el lenguaje empleado en los juicios.
En el caso del homicidio involuntario de Michael Jackson, 300 personas acudirán a los juzgados de Los Ángeles esta semana. Han sido pre-seleccionados. Tendrán que responder a un primer cuestionario con 125 preguntas. Sus respuestas determinarán si pueden formar parte del jurado. Si han formado parte de un caso judicial anterior, si han estado acusados de un crimen o han sido testigos o si tienen familiares en las fuerzas de seguridad, pueden quedar exentos.
Pero también si consideran que no pueden ser neutrales durante el juicio por exposición a los medios de comunicación y a información subjetiva sobre el caso. El pasado otoño, por ejemplo, se celebró en Washington el juicio contra Ingmar Guandique, acusado de asesinar a la joven Chandra Levy. El acusado tenía un tatuaje en el cuello que cubrió durante sus comparecencias con jerséis de cuello alto. El cuestionario repartido durante la selección del jurado contenía una pregunta para saber si los candidatos tenían prejuicios contra personas con tatuajes, según reveló TBD.com.
Todos los candidatos son entrevistados por las dos partes implicadas hasta seleccionar al total de 16 que participarán en el juicio. Los candidatos a miembros del jurado también pueden ser rechazados por los abogados de la acusación o la defensa y las normas cambian según los estados. Ambos deben presentar las causas legales del rechazo. Aunque también pueden argumentar para sostener la recusación desde los medios de comunicación consultados por una persona ―no es lo mismo leer las noticias en Google que en Fox News―, hasta sus experiencias personales, las expresiones corporales cuando se les comunican los detalles del juicio o los comentarios que hagan en los cuestionarios iniciales. Todo cuenta.
En el caso del juicio por el asesinato de Levy, por ejemplo, el acusado era salvadoreño. Una candidata fue rechazada por admitir prejucios contra los hispanos. Otro quedó fuera por decir que tenía una imagen "muy pobre" de los inmigrantes.
Y ahí es donde entran en acción personajes como el Fitch de Grisham. Personajes que escriben un blog dedicado exclusivamente al proceso "voir dire", de selección de jurado. Como el abogado Bob Kelly, el mismo que consiguió 300 millones de dólares en el famoso juicio contra la tabacalera Phillip Morris. "Nunca lo olviden, prácticamente todos los casos se ganan o pierden cuando se elige al jurado", cita su página.
En la selección hay una buena dosis de estrategia y otra combinación de psicología y sociología. Aunque los avances tecnológicos de los últimos años brindan nuevas opciones, como investigar a los candidatos en las redes sociales. El fenómeno mereció la atención de The Wall Street Journal.
Las mayores polémicas suelen estar relacionadas con cuestiones de raza. La última y la más sonada fue durante la selección del jurado a O.J. Simpson. La acusación se quejó de que el jurado no era suficientemente blanco. La defensa alegaba que no era suficientemente negro. Eran los años noventa. Más de cien años antes el Tribunal Supremo dictaminó su primera sentencia al respecto. En 1880 la corte consideró que se habían violado los derechos de un criminal afroamericano porque se impidió que hubiera personas de color entre los miembros del jurado.
N.E.: La selección del jurado demuestra que este sistema de enjuiciamiento no tiene nada que ver con la justicia. Más información...
Enlace: Versión On Line
Artículo: Jurados populares tan famosos como víctimas y acusados
Escrito por Cristina F. Pereda
Publicación On Line "El País"
25 de marzo de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario