Caguas.- En un veredicto sorpresivo, un jurado encontró culpable esta noche de asesinato en segundo grado, a Juan Ramos Álamo, acusado de matar y desmembrar a Ivonne Cintrón Negrón, en un crimen ocurrido en la barriada El Cerro, en Gurabo.
Esa determinación, en votación de 9-3, se conoció a las 8:00 p.m., justo dos horas y media después de iniciadas las deliberaciones del jurado.
El jurado, integrado por siete mujeres y cinco hombres rebajó al acusado el cargo de asesinato en primero grado y lo encontró culpable, en votación unánime, en los demás cargos que se le imputaban —destrucción de prueba y dos infracciones a la Ley de Armas (arma blanca).
Según el análisis forense, la mujer de 36 años, fue asesinada de 26 puñaladas el 14 de noviembre de 2013 y no fue hasta seis días después, que sus partes fueron recuperadas en una quebrada y en la residencia del acusado. El acusado confesó los hechos.
El jurado se retiró a deliberar a las 5:30 p.m., pero a las 7:30 p.m. pidieron salir a sala para que le aclararan las diferencias entre la modalidad del asesinato en primer grado y segundo grado.
Poco después anunciaron la determinación. El acusado, vestido con uniforme de preso, escuchó el veredicto de pie, sin inmutarse.
La madre de Ivonne Cintrón expresó su frustración por veredicto del jurado.
Carmen Cintrón Cruz, madre de la víctima salió llorando de la sala al igual que otros miembros de la familia, que acudieron puntualmente a la sala 506, del Tribunal de Caguas, mientras se ventiló el caso desde el pasado mes de abril.
El jurado acogió los agravantes que pidió el Ministerio Público y se resolvió que el juez Roberto Angleró dictará la sentencia el 10 de octubre próximo.
“Estoy indignada. No sé qué estaba pensando este jurado. O no entendieron las instrucciones o no tienen familia. Estoy decepcionada del sistema. Este juicio desde que comenzó fue manipulado por el abogado que se despachó con la cuchara grande, mientras la víctima no tenía voz porque estaba muerta y yo no pude verla porque él la picó en cantitos”, dijo con voz quebrada la madre de la víctima.
“Ahora le echan 50 años, cumple 13 años y sale a matar a otra mujer”, lamentó doña Carmen.
“Un asesinato de 26 puñaladas no es un asesinato en segundo grado. El jurado no entendió,”, manifestó indignada Migdalia Cintrón Cruz, tía materna de la víctima.
Mientras, Elianis Ivana Cruz Negrón, de 12 años, hija de la mujer asesinada, dijo que recordará a su madre como era, feliz. “Ella nunca quiso que lloráramos por ella, (dijo) que si faltaba no me separara de mi hermano y que siempre estuviera con mis abuelos. Mamá siempre me decía que por más triste que estuviera sacara una sonrisa, que la vida es corta, que no la malgastara llorando y eso intento hacer”, expresó la niña, poco después de conocerse el sorpresivo veredicto.
La fiscal Maribel Mojica Franceschi, quien presentó la prueba en el caso junto con el fiscal Francisco González Muñiz, por su parte, dijo que el jurado no entendió “bien el elemento de la premeditación”. Indicó que espera que la sentencia sea “de más de 35 años”.
El abogado defensor, Ángel Piñero Santini no prevaleció en su intento de que el juez le diera al jurado la instrucción sobre el delito de homicidio, pero en los informes finales, trató de sembrar dudas sobre el testimonio de la patóloga Rosa Rodríguez, quien declaró en el juicio que la víctima recibió 26 puñaladas, en su mayoría mortales.
“Eso no se lo cree Santa Clós, ni Pinocho. Ella no gritó y eran las 8:30 de la mañana. Eso es imposible”, alegó el abogado.
Dijo que a su cliente “lo han pintado como un monstruo”. Alegó que el acusado actuó bajo un arrebato de ira y que hubo una discusión entre el hombre y la víctima.
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Imputado Juan Ramos Álamos |
“La discusión surgió porque ella no quiso acceder a sostener relaciones sexuales. No todo el mundo reacciona igual. Él reaccionó de la manera que de momento se le ocurrió”, argumentó insistente el letrado.
“En este caso no hay premeditación y si no hay premeditación, no hay primer grado. Por eso tenemos tanta Ley 54 en PR porque la gente pierde la cabeza por celos, despecho y ese es el problema en este caso. No hubo premeditación, lo que hubo fue un arranque de cólera”, reiteró el abogado.
La fiscal le ripostó que éste no era un caso de Ley 54. “Es un asesinato en primer grado, premeditado, cruel, violento. Este señor es un peligro para la sociedad. Mató a Ivonne no por un coraje, sino porque la quería matar porque no conseguía lo que quería de ella. De las puñaladas que le dio, 11 eran mortales”, sostuvo.
La fiscal sostuvo que la familia de la víctima “merece” que les hagan justicia y le brinden paz. “Tuvieron que estar casi tres meses esperando que le entregaran los pedazos que quedaron de ella. Le pido por la justicia que se merece Ivonne y su familia un veredicto de culpabilidad. Se ha descargado el deber más allá de duda razonable”, sostuvo.
“¿Acaso la vida de Ivonne valía menos que la mía o de alguna de nosotras por la relación imaginaria que tenía este hombre en su mente? Él solito se convirtió en un monstruo porque una persona que hace lo hizo él no puede ser otra cosa que un monstruo… Ivonne no está aquí para defenderse”, agregó.
“Me indigna como se han referido a ella”, puntualizó para refutar al abogado, quien alegó que la víctima había consumido drogas con su cliente, pero el informe toxicológico de la occisa fue negativo.
El Nuevo Diario
Por Nydia Bauzá / nydia.bauza@gfrmedia.com
Puerto Rico