31/8/19

Buenos Aires: El jurado popular a favor de la violencia de género

Por La VozTN, Crónica y Página 12

Familiares de la víctima Flavia Rudez
a las que el jurado popular privó de justicia
La Plata - Provincia de Buenos Aires
Argentina

Extractos:

Un hombre que en 2015 golpeó a su ex-mujer cuando dormía, le fracturó varias costillas, le hundió el parietal y le corrió la mandíbula de lugar fue condenado a sólo dos años de prisión en un juicio por jurados en La Plata y finalmente un juez dispuso este viernes su absolución por prescripción de la causa, informó una fuente judicial a Télam.

Se trata de Leonardo Cechi, a quien hace 10 días un jurado popular halló culpable del delito de lesiones leves por los hechos ocurridos el 6 de julio de 2015, cuando atacó a golpes de puño a a su ex pareja, Flavia Rudez, en su casa de la localidad platense de Los Hornos.

Denuncia previa

La víctima Flavia Rudez ya había denunciado al hombre en la Comisaría de la Mujer de La Plata y se le había impuesto una restricción perimetral que la ex pareja incumplía con frecuencia, enfurecido al no poder aceptar la decisión de Rudez de separarse, informó Télam.

Cómo fue

El 6 de julio de 2015, el hombre la atacó a golpes y la mantuvo encerrada durante 4 días, sin permitirle buscar asistencia médica, hasta que la abandonó en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Los Hornos, desde donde fue trasladada de urgencia al Hospital Alejando Korn de Romero.

La mujer presentaba varias costillas facturadas, corrimiento de mandíbula, hundimiento de parietal, traumatismos de cráneo severos, imposibilidad de caminar, retener esfínteres y hablar.

Sobre el juicio

Hace 10 días, tras un juicio por jurados, Cechi fue condenado a sólo 2 años de prisión por el delito de lesiones leves y como llegó a juicio detenido, se dio por cumplida la pena y se dispuso su libertad.

La fiscal de juicio, Silvina Langone, lo imputó de lesiones graves, agravadas por violencia de género, y Sofía Caravelos y Guadalupe Godoy de tentativa de homicidio doblemente agravado por mantener una relación de pareja y por mediar violencia de género. Pero Gladys López, la defensora oficial de Cechi, utilizó la vulnerabilidad extrema, el contexto de calle que compartían y el argumento de que las heridas dibujadas como un mapa sobre el cuerpo de la mujer eran producto de una convulsión. Todo para poder alivianar a Cechi con la figura de lesiones leves que el jurado terminó aprobando.

Se refirió a ellos como dos `lúmpenes que pueden generarnos una incomodidad, que se acercan los vidrios de nuestros autos para pedirnos´, apelando al sentido común de la exclusión”, remarcó Caravelos. “Pero lo peor no es que haya tratado de omitir las denuncias previas por violencia que Flavia realizó en la Comisaría de la Mujer ni las medidas de protección que dictó el Juzgado de Familia en 2014, sino las preguntas que realizó contra Flavia, que la sobreexpusieron y la revictimizaron”.

López interrogó sobre la sexualidad de Flavia, sobre un pasado suicida, sobre su adolescencia inundada por situaciones difíciles de escuchar. Información sensible que obtuvo violando reglamentos éticos y la Ley del Paciente, y sometió a Flavia a una especie de careo que la culpabilizaba por lo mismo que casi la mató.

“Nos opusimos a estas preguntas, pero en los juicios por jurados el poder adversarial es ilimitado, y éstas son algunas de las arbitrariedades que están permitidas. No tiene que ver con la protección de las víctimas ni con el testimonio reparador”, lamentó Caravelos.

“Es un mecanismo que asume la forma de una privatización de los procesos penales. La respuesta última del sistema de Justicia queda en manos de ciudadanos, muchas veces cargados de los mismos prejuicios que sobrevuelan los pasillos de tribunales. Además, en los delitos de violencia de género y violencia institucional se diluye la responsabilidad del Estado en conocer la verdad, reparar a las víctimas y sancionar a los responsables. Ganar es la única regla que vale”.

El veredicto del jurado

María Luisa Cicognani, la madre de Flavia, no duda que su reclamo de Justicia fue avasallado. “El juicio me pareció un circo, con un jurado que se dormitaba mientras en la sala contigua se escuchaban risas como si estuviéramos en un cumpleaños, cuando lo que ocurrió es que dejaron a un asesino en libertad”.


Audiencia de cesura

Sofía Caravelos, abogada de la víctima, pidió la nulidad del veredicto y un nuevo juicio, en tanto que la defensa del hombre solicitó que se declarara la prescripción de la causa, considerando que se trató de una condena por un delito leve y que además ya había sido cumplida.

Finalmente, esta tarde, el juez del Tribunal Oral en lo Criminal II, Claudio Bernard, tras evaluar los dos planteos, hizo lugar al pedido de la defensa y absolvió al hombre por considerar prescripta la causa.

La indefensión de las víctimas

Teme que Flavia nunca más se recupere. “Costó años de rehabilitación lograr su mejoría. Aún no tiene estabilidad, hubo que enseñarle a leer, a aprender los colores; mostrarle fotos de la familia para que nos recordara. Durmió dos años con la luz encendida, se levantaba gritando y pidiendo auxilio. Ahora volvió a encerrarse, se refugia en su cuarto y mira por la ventana continuamente. Sabe que Cechi tiene su domicilio familiar cercano al nuestro. Y libre es una amenaza.”

Flavia cayó en una depresión profunda. Volvieron a invadirla los viejos terrores de las amenazas y golpes que le provocaron la pérdida de audición del oído izquierdo y discapacidad motora. De la última paliza sólo recuerda que despertó quince días después en el hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero, paralizada por las fracturas múltiples. “El me iba a matar, pero volvía a casa porque le tenía terror”, solía decir.

Los juicios por jurados forman parte de los debates que nos debemos”, sostuvo la docente, investigadora universitaria y ex coordinadora del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Laurana Malacalza. “Tanto la víctima como el imputado no pueden conocer las razones por las que se absuelve o condena por un delito, ya que las deliberaciones que hace el jurado son secretas”.

Pero también quedó demostrado que las representaciones sociales acerca de cómo debe ser una víctima de violencia de género definen una condena. “Cuando esto lo hace un operador o funcionario judicial, le recaen al Estado las obligaciones de juzgar con perspectiva de género”, señaló Malacalza. “Cuando el que juzga es un jurado, las responsabilidades estatales parecen diluirse y reforzar nuevamente la impunidad”.

Nota del Editor
  • El jurado popular es el único responsable de que Leonardo Cechi esté en libertad.
  • El jurado popular concluyó que "la rotura de varias costillas, el corrimiento de mandíbula, el hundimiento de parietal, los traumatismos de cráneo severos y la imposibilidad de caminar, retener esfínteres y hablar" son sólo lesiones leves.
  • Todos los jueces letrados a lo largo y a lo ancho del país hubieran declarado que las lesiones son graves, porque es evidente que la curación de las mismas (y la consiguiente imposibilidad laboral) excede el mes. Sin contar con otras presumibles secuelas contempladas por el art. 90 del Código Penal. El jurado popular, en cambio, dijo que las lesiones eran leves y gracias a eso Leonardo Cechi está libre.
  • El juez letrado, el Dr. Claudio Bernard, condenó con el máximo de pena que le permitió el jurado, porque las lesiones leves calificadas tienen un máximo de dos (2) años de prisión. Si no existieran los jurados populares y la clase de lesión la hubiera establecido el juez letrado, la pena que el Dr. Bernard le habría impuesto Leonardo Cechi es la de diez (10) años de prisión (el máximo de la lesiones graves calificadas) y este golpeador de mujeres todavía tendría que estar seis (6) años más preso.
  • Las corporaciones a favor del juicio por jurados salieron a aplaudir "la primera condena por violencia de género en La Plata". Lo que no dijeron fue que el jurado popular liberó a Leonardo Cechi, cuando cualquier tribunal letrado lo hubiera dejado preso por muchos años más. Lo que tampoco dijeron fue que las víctimas no tienen posibilidad de revisar el (absurdo) veredicto del jurado.
  • CONCLUSIÓN: El juicio por jurados hizo que un golpeador de mujeres volviera a las calles. El jurado popular le dijo "sí" a la violencia de género.
  
Enlace: Versión On Line 1, 2, 3 y 4

Le fracturó las costillas y le hundió el parietal y la mandíbula a su ex, pero fue absuelto
Por La voz
Insólito: lo condenaron por fracturarle las costillas a su ex y hundirle el cráneo pero fue absuelto
Por TN
Le fracturó las costillas, le hundió el parietal y le dislocó la mandíbula a su ex: fue absuelto
Por Crónica
Conjurada
Por Página 12

La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina
30 de agosto de 2019

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